La presidenta de Brasil, Dilma
Rousseff, anunció la semana pasada una serie de medidas para estimular el
crecimiento, ante la evidente desaceleración desde el año pasado. Sin embargo,
los esfuerzos de corto plazo serían insuficientes para resolver los problemas
de fondo de la mayor economía de Latinoamérica, y que la mantienen creciendo
lejos de su potencial. Su éxito o fracaso no es indiferente para Chile. Lo que
ocurra con Brasil no sólo repercutirá sobre toda la región, sino que el país
amazónico es el segundo destino para la inversión directa de Chile.
El año pasado, el país decepcionó
a los inversionistas al crecer sólo 2,7%, después de una expansión de 7,5% en
2010. En los últimos tres meses del año, la economía apenas se expandió 0,3%
frente al trimestre anterior, y la industria sufrió una contracción de 0,5% en
el mismo periodo.
Autor: Masterforex
No hay comentarios:
Publicar un comentario